Francisco Delahay y Sergio de Régules.
Sabemos que todas las sociedades
humanas tienen música y que las habilidades musicales se manifiestan desde las
primeras etapas del desarrollo de los niños. Pero desde el punto de vista
evolutivo, el origen de la música es un misterio.
Sabemos que todas las sociedades
humanas tienen música y que las habilidades musicales se manifiestan desde las
primeras etapas del desarrollo de los niños. Pero desde el punto de vista
evolutivo, el origen de la música es un misterio.
Los instrumentos musicales más antiguos que se conocen se encontraron en
las cuevas de Isturitz, en Francia, y de Geissenklösterle,
en Alemania. Se trata de unas flautas hechas de hueso de ave que datan de hace
unos 32 000 años. ¿Para qué usaban la música los habitantes de esas cuevas?.
No hay manera de saberlo porque la música no deja rastros duraderos una
vez que se acaba. Pese a todo, podríamos imaginarnos algo así: un grupo de
humanos primitivos lleva a cabo sus actividades cotidianas. En las proximidades
de la cueva las mujeres recogen frutos, algunas con criaturas en brazos. Los
niños juegan cerca de ellas. Los hombres vigilan, arma en mano, antes de irse a
cazar. Un bebé llora. Su madre le canta para tranquilizarlo. Se oyen otros
sonidos: el viento pasando entre las hojas de los árboles, pájaros, el rugir de
algún felino. Detrás de un árbol un hombre toca la flauta para una mujer. Cae
la noche. A la luz de la fogata suena el golpeteo rítmico de un instrumento de
percusión hecho de corteza de árbol. Un anciano repite monótonamente un cántico
que embelesa al grupo. Todos bailan mientras tocan las flautas de hueso. El
placer de la actividad coordinada genera un ambiente de camaradería que deja a
los participantes extasiados.
UN MISTERIO.
Hay quien expresa su identidad por medio de su atuendo y usa la ropa
como si fuera una tarjeta de presentación. Otras personas se definen por lo que
leen: se puede obtener mucha información acerca de ellas examinando el
contenido de sus libreros. Pero no todo el mundo les da importancia a la moda o
a la lectura, ni confía su imagen personal a su vestuario o a su biblioteca.
Una expresión de identidad más común es la música que escuchamos. Si te pareces
a nosotros y estamos casi seguros de que en esto sí, entre tus pertenencias más
personales se encuentran tu colección de
música.
La música nos gusta por diversas razones, pero sobre todo porque inspira
emociones, desde la oleada de placer abstracto que nos pone la carne de gallina
sin saber por qué, hasta la nostalgia del recuerdo que nos evoca. Tanto
significado emocional le damos a la música que es fácil ponerse sentimental y
no apreciar el enigma que entraña. Charles Darwin lo expresó por primera vez en
1871, en su tratado sobre el origen de los humanos: "Puesto que ni la
capacidad de disfrutar ni la de producir notas musicales tienen la menor
utilidad para el hombre en sus hábitos cotidianos, hay que clasificarlas entre
las facultades más misteriosas de las que está dotado". No es que Darwin desdeñara
la música ni las distintas funciones que cumple (ambientación para rituales,
bálsamo del alma, herramienta para el cortejo). El padre de la evolución se
refiere más bien a que no es de ninguna manera evidente que las facultades
musicales nos confieran a los humanos ventajas en el juego de la supervivencia:
no nos sirven para defendernos de las fieras, ni para cazar a nuestras presas;
no calientan nuestro hogar, no nos ayudan a obtener agua ni cuidan nuestros
cultivos. Desde el punto de vista evolutivo el origen de la música es un
misterio.
PARA QUE SIRVE LA MÚSICA.
La mayoría de los investigadores que
buscan el origen de las habilidades musicales se basan en dos hechos observados
y una suposición. Los hechos observados son que todas las sociedades humanas
conocidas hasta hoy tienen música y que las habilidades musicales se
manifiestan desde las primeras etapas del desarrollo de los niños. Un bebé de
dos meses ya discrimina entre sonidos considerados agradables y sonidos que
para la mayoría son desagradables, además de ser capaz de recordar melodías
escuchadas varios días antes. De aquí se puede concluir que la música es
innata: nacemos dotados para apreciarla sin que nadie nos enseñe. La suposición
que mencionamos es que las habilidades innatas son adaptaciones en el sentido
evolucionista del término capacidades que dan a los organismos que las poseen
mayores probabilidades de procrear y que, por lo tanto, van cundiendo en la
población al paso de las generaciones hasta que sólo quedan individuos con esas
capacidades. Dicho de otro modo, si la evolución nos ha dotado de cerebros
musicales, debe ser porque la música confirió a nuestros antepasados alguna
ventaja en el entorno en que vivían.
Así pues, indagar acerca del origen de las facultades musicales equivale
a buscar qué ventajas da la música a un grupo de homínidos en las llanuras
primitivas. Hay quien alega que la música servía para mantener unido al grupo,
lo cual tiene ventajas más o menos evidentes para unos organismos que tienen
que defenderse de si eras más fuertes y veloces que ellos, y que han de dar les
cacería para obtener alimento. Darwin, por su parte, pensaba que la música en
los humanos surgió como herramienta para el cortejo, igual que la cola del
pavorreal y el canto de muchas aves (opinión hoy minoritaria: si la música
fuera de origen sexual, ¿por qué cumple tantas otras funciones y aparece en
actividades tan diversas?).
¿PASTEL DE QUESO PARA LOS OÍDOS?.
El psicólogo experimental Steven Pinker, del Departamento de Psicología
de la Universidad
de Harvard, tiene una opinión iconoclasta: que la música no es una adaptación,
sino una especie de efecto secundario de otras habilidades y necesidades del
organismo humano. Pinker compara la música con el pastel de queso (sin ningún
afán peyorativo, hay que añadir). Este manjar contiene grasas y azúcares en
grandes cantidades y tiene una textura cremosa que hace agua la boca. El pastel
de queso es una tecnología que hemos inventado para estimularnos
artificialmente los circuitos cerebrales del placer. Estos circuitos han
evolucionado para indicarnos que hemos efectuado una acción que mejora nuestras
probabilidades de vivir; por ejemplo, obtener alimentos llenos de energía para
sobrellevar las épocas de vacas flacas (o, tomando en cuenta el modo de vida de
nuestros antepasados, de mamuts flacos). El pastel de queso concentra estímulos
placenteros que en cierta manera engañan al cerebro, haciéndole creer que hemos
llevado a cabo una acción que promueve nuestra supervivencia. La música, según
Pinker, es igual. Sus sonidos repetitivos, ordenados y predecibles, nos hacen
cosquillas en los centros del placer que sirven para indicarnos que hemos
encontrado un ambiente ordenado y predecible, un ambiente seguro.
Para sustentar su tesis del “pastel de queso auditivo” Pinker señala que
la música puede ser innata sin ser adaptativa, como otras tecnologías del
placer; por ejemplo, la gastronomía: el organismo sólo exige nutrientes, sin
requerir que éstos vengan cocidos, sazonados y servidos con una ramita de
cilantro. Además, dice Pinker, la hipótesis de la cohesión social y las otras
de ese tenor que la música tranquiliza, o que fortalece el vínculo entre la
madre y la cría en el fondo no dicen nada acerca del origen de la música. En
efecto, habría que explicar entonces por qué la música
favorece la cohesión social, tranquiliza o fortalece el vínculo con la madre.
NOTAS Y NEURONAS.
Los investigadores de la neurofisiología de la música han empezado a
entender estos procesos en los últimos años. Para explorar los vericuetos que
sigue la música por el cerebro algunos investigadores llevan a cabo estudios de
personas con lesiones cerebrales que afectan alguna de sus capacidades
musicales. Localizando la lesión en el cerebro se pueden hacer deducciones
acerca de la función que cumple la zona afectada en el reconocimiento de la
música. Otros investigadores emplean técnicas para visualizar la actividad
cerebral en tiempo real, como la tomografía de emisión de positrones y la
resonancia magnética funcional. Estas técnicas permiten observar al cerebro en
acción al procesar música.
Así se han dado cuenta de que la música no sólo activa la corteza
auditiva, sino también otras regiones del cerebro especializadas en tareas muy
diversas: las que controlan los músculos (particularmente en las personas que
tocan algún instrumento), los centros del placer que se activan durante la
alimentación y el sexo, las regiones asociadas con las emociones y las áreas
encargadas de interpretar el lenguaje.
Según Robert Zatorre, neurocientífico del Instituto Neurológico de Montreal,
las actividades musicales escuchar, tocar, componer ponen a funcionar casi
todas nuestras capacidades cognitivas. Muchos neurocientíficos se interesan en
la neurofisiología de la música porque ésta puede revelar muchas cosas acerca
del funcionamiento general del cerebro.
LA MÚSICA Y EL LENGUAJE.
El estudio de la percepción del lenguaje ha influenciado y precedido en
muchos aspectos al estudio de la percepción musical, seguramente por ser
ambos, música y lenguaje, información transmitida por medio de sonidos.
Pero hoy sabemos que el cerebro no procesa igual la música y el
lenguaje. Isabelle Peretz, guitarrista y psicóloga de la Universidad de
Montreal, y su equipo han realizado estudios del trastorno conocido como amusia, la
imposibilidad de reconocer sonidos musicales. Los participantes son incapaces
de aprenderse melodías sencillas y de detectar errores en una melodía conocida.
Sin embargo, conservan sus habilidades lingüísticas intactas. Por ejemplo,
distinguen perfectamente entre la entonación de una afirmación y la de una
pregunta. Peretz opina que la amusia se debe a algún trastorno de la corteza
auditiva primaria, donde se reconocen las notas y su sonoridad, el primer paso
que lleva a cabo el cerebro al analizar la música.
Por si eso no bastara para distinguir la música del lenguaje, los
investigadores han descubierto que éste se procesa preferentemente en la
corteza auditiva del hemisferio izquierdo del cerebro, más dado al análisis,
mientras la música se procesa más bien (aunque no exclusivamente) en la corteza
auditiva derecha. En los músicos la corteza izquierda interviene más que en las
personas que no lo son, sin duda porque los músicos escuchan la música de
manera más analítica.
Con todo, las analogías entre música y lenguaje siguen guiando
investigaciones. En los años 50 el lingüista Noam Chomsky alegó que el cerebro
humano ya viene equipado con una especie de programa de gramática, pero no para
un lenguaje específico, sino una gramática universal. Así, todas las lenguas
del mundo, por distintas que nos parezcan, tendrían una estructura común a
cierto nivel. Algunos compositores, lingüistas y musicólogos han extendido las
ideas de Chomsky a la música. El lingüista Ray Jackendoff y el compositor Fred
Lerdahl propusieron en 1983 una teoría de la gramática universal de la música,
según la cual una composición se construye con un número limitado de notas que
se combinan según un conjunto de reglas (la gramática musical). Las reglas dan
a las notas una estructura dividida en capas de significado musical. Al
escuchar la secuencia de notas, el cerebro del oyente reconoce esas capas de la
misma manera que en el lenguaje reconoce verbos, sustantivos, adjetivos y todo
lo demás.
El etnomusicólogo estadounidense Alan Lomax llegó a una conclusión
chomskiana, también en los años 50, luego de analizar las canciones de muchas
culturas. Según Lomax, igual que por medio del habla se puede construir un
número infinito de frases a partir de un número finito de sonidos, un número
infinito de canciones se puede generar a partir de sólo 37 elementos rítmicos,
armónicos y melódicos. Más recientemente, en los años 90, Jukka Louhivuori y
Petri Toiviainen, de la
Universidad de Jyväskyklä, en Finlandia, también
influenciados por las ideas de Chomsky, han diseñado modelos generadores de
melodías y los han convertido en programas de computadora que “componen” frases
musicales. Louhivuori y Toiviainen han probado la eficacia de estos programas
como imitadores de los compositores humanos haciendo que muchas personas
escuchen y evalúen las melodías.
EL DESAFÍO PINKERIANO.
Septiembre de 2004, Reading, Inglaterra. Reunión de investigadores de la
evolución del lenguaje y de la música. En una de las sesiones, el especialista
en educación musical Pedro Espi-Sanchis reparte tubos de plástico de distintas
longitudes y pone a los investigadores a soplar para producir silbidos,
indicándoles que no repitan lo que hacen los demás. Al cabo de unos minutos,
los silbidos cacofónicos se convierten espontáneamente en una agradable melodía
sin que nadie se lo proponga. Todos bailan mientras tocan las flautas de
plástico. El placer de la actividad coordinada genera un ambiente de
camaradería que deja a los participantes extasiados.
A muchos de esos participantes la experiencia también los dejó más
convencidos de que la música no es pastel de queso auditivo, como propuso
Steven Pinker en 1997, sino una adaptación que cumple una función evolutiva. El
experimento de Espi-Sanchis favorece la hipótesis de que la música servía para
organizar las tareas colectivas y reforzar los lazos afectivos de los grupos.
El debate del origen evolutivo de la música no está zanjado. Muchos
investigadores, sin ser de la opinión de Pinker, han aceptado el desafío que
ésta implica y siguen buscando la manera de averiguar si la música cumplió una
función adaptativa en nuestros antepasados, o si es, en cambio, un efecto
secundario, muy afortunado, eso sí. Además de arrojar luz sobre el
funcionamiento del cerebro en general, las investigaciones acerca de la
neurofisiología de la música seguramente ayudarán a dar respuesta al enigma
evolutivo.
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Francisco Delahay y Sergio de Régules
han tocado juntos en quién sabe cuántos grupos y compuesto en colaboración
varias piezas de humorismo musical. Francisco es compositor y etnomusicólogo y
vive en Finlandia. Sergio es físico y divulgador de la ciencia. Trabaja como
coordinador científico de ¿Cómo ves?.
Para nadie es un secreto que la música ha prevalecido desde tiempos remotos ya que existen hallazgos que así lo confirman, y que datan de la antigüedad, esta herramienta se ha utilizado como medio inclusive de comunicación entre tribus ancestrales.
ResponderBorrarLa música, el ritmo o melodías influyen a diario en nuestra vida, ya que una melodía en el momento indicado puede causarnos un gran placer o agrado, mientras que escuchar una melodía estridente para nosotros o a muy alto volumen en cierto momento o lugar puede provocarnos rechazo, desagrado o molestia y es aquí entonces, donde los seres humanos podemos evidenciar claramente la conexión de la música con nuestras emociones y por ende con el cerebro humano.
Cabe destacar, que las personas podemos hasta catalogar un lugar como seguro o no para nosotros, dependiendo la melodía que lo acompañe o del fondo musical que este presente, ya que se puede decir con seguridad apoyándonos en versiones de varios autores que “la música tiene el poder de manipularnos y controlarnos…” debido a las partes del cerebro que esta estimula y pone en funcionamiento.
Por otra parte, dependiendo del tipo de música que estemos escuchando o que sea de nuestra preferencia le estamos mostrando a otras personas sin percatarnos lo que pensamos y sentimos ya que através de la música todas las personas expresamos nuestros sentimientos mas profundos.
Desde tiempos remotos el hombre primitivo encontraba música en la naturaleza y en su propia voz, también aprendió a valerse de objetos rudimentarios como huesos, cañas, troncos, conchas para producir nuevos sonidos (como la flauta hecha de hueso de ave que data de hace unos 32.000 años).
ResponderBorrarLa música ha desempeñado un papel muy importantes en nuestras vidas, desde que el hombre la descubrió la utilizan para tantas cosas. es uno de las lenguajes codificados que el hombre ha creado para su placer, esta tiene la capacidad de movilizar los aspectos afectivos, afectivos, físicos, espirituales y mentales en la persona.
En pocas palabras la música es mensajera de alegría o de penas, de esperanza o de tristeza, quien la escuche será quien tenga el poder de seleccionar lo que desea escuchar, lo importante es lo que dejamos entrar en nuestra mente.
Siempre resulta agradable ver como la música nos alivia y nos reconforta, tal como lo dice el artículo, la música tiene un poder enorme en nosotros. Debo decir que mi ánimo cambia totalmente cuando puedo escuchar los tonos musicales que me gustan; pero tengo que reconocer que así como sus beneficios son grandes cuando a uno le gusta lo que escucha, asimismo, puede ser perjudicial cuando lo que se está escuchando es desagradable. Para mí la música es algo divino, que viene de Dios, que te permite el contacto con lo supremo, tal como lo hacía el “Rey David”, al sonar su Lira para adorar a nuestro padre creador del universo. La música nos invita a reflexionar y recordar realmente quienes somos…Una de nuestras más importantes asignaturas pendientes ha sido y lamentablemente sigue siendo la falta de una buena formación o educación musical en nuestra sociedad actual. Aunque siga pareciendo molesto de asumir por una sociedad como la nuestra en la que desde hace ya algunos años se habla de la sociedad del bienestar, está más que demostrado el que cualquiera de los países hermanos cuentan con una cultura musical mucho más arraigada y cercana que la nuestra, aunque como vemos esta ha mejorado en los últimos años de manera sustancial. Expertos en esta área de conocimiento nos alientan la idea de creer, que a través de una formación y adaptación constante de la ciencia musical y su adecuado tratamiento didáctico en las aulas de todos los niveles de nuestro sistema educativo, permitiría garantizar el que nuestra sociedad del futuro llegase a ser todo lo sensible y musicalmente culta como realmente deseamos. Conseguirlo, es tarea de todos, y en este camino no podemos obviar un tema tan necesario y básico como el de contar con una determinada manera de desarrollar nuestra tarea docente, responsabilizándonos como profesores, y eligiendo para ello los estilos y modelos de aprendizajes más oportuno en cada caso. La música en los programas educativos deben ser asignadas como asignaturas de estudio, pero es evidente que aún no se ha encontrado en ninguno de sus muchos y variadas líneas de pensamiento y desarrollo practico el necesario arrojo político para que de verdad esta importante materia cuente con los profesionales más idóneos para que la música se sienta y se aprenda bien desde edades muy tempranas, con el fin de desarrollar las potencialidades de sensibilidad y creatividad existentes en todo ser humano, hasta en el menos dotado.
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarYa comienzo de la prehistoria se conocía la música debido a las diversidades de cultura que ya hacían en esa época, su concepto ha ido evolucionando desde su origen en Grecia donde se reunían la poesía, la música y la danza uniéndose las tres en una sola. En la actualidad el concepto de música ha tomado tres atributos los sonidos, el producto: humano y la función: estética.
ResponderBorrarLa música esta conformadas por notas musicales que enriquecen nuestros sentidos entreteniendo nuestras mentes. Es allí donde radica la importancia para todo ser humano ya que a través de ella expresamos los que sentimos, tristeza, dolor, alegría amor entre otras. Así connotar que nuestro cerebro se activan más con música al momento de estudiar.
El propósito principal de la música es expresar mediante notas vivencias vividas de cada persona, allí el cerebro va entendiendo paso a paso que quiere decir cada letra.
La visión de la música seria ir mas allá de una simple letra sino de ver la música del futuro como una esencia plasmándola mediante estrofas situaciones o historias vividas, donde cada joven se motiva a través de ella a alcanzar sus estudios, metas y cumplir su sueños, por lo tanto la música debe ayudad a que la gente no caiga en vicios sino lo contrario debe verse como músicas con mensajes hermosos e reflexivos.
Analizando sobre la temática, he reflexionado respecto a los siguientes aspecto:
ResponderBorrar1- Varios autores, han creado un intenso debate, sobre el origen de la música y su evolución, algunos argumentan que funciona como una capacidad innata, producto de la utilidad que nuestros antepasados encontraron en ella. Mientras que otros, opinan inspirados en la idea inicial de Steven Pinke que la música es una especie de efecto secundario producto de otras habilidades y necesidades del cuerpo humano.
2- Los primeros instrumentos musicales, de los que existe algún tipo registro histórico, datan de hace 32.000 años, estos fueron un conjunto de flautas hechas con hueso de aves, encontradas en cuevas de Francia. A raíz de este gran descubrimiento, diversos autores han intentado descubrir el origen de la música, creando así múltiples teorías, incluso el famoso Padre de la Evolución Charles Darwin, expreso su opinión respecto a este tema, afirmando que la música nace con la intención de servir al hombre como herramienta para seducir, cotejar, provocar el acto sexual.
3- Personalmente, no comparto la teoría de Darwin, debido a que evidentemente la música incentiva, promueve, evoca: Pensamientos, sentimientos, reacciones musculares y sobre todo, como afirman distintos autores, funciona para acercar y unificar, diversos grupos sociales, eclipsando temas negativos respecto a la política, religión, racismo. Razones por la cual, no comparto la idea de que la función fundamental de la música, este ligada con el aspecto sexual.
4- La comparación entre lenguaje y música, resulta apasionante. Por que, en muchos puntos difieren y en otros varios, convergen. Por ejemplo: Muchos analistas, han utilizado la teoría de gramática universal expuesta por Noam Chomsky, con la intención de exponer una especie de estructura básica, en la creación de ambas. Mientras, que la diferencia principal radica, en que el cerebro no procesa igual la musca y el lenguaje, este ultimo se procesa a través del hemisferio izquierdo, mientras la música lo hace en el hemisferio derecho de la corteza auditiva.
Finalmente, la importancia de la música, va mas allá del placer que genera en nuestros momentos cotidianos, toda la investigación referente a la neurofisiología de la música, es capaz de aportar datos importantes respecto al enigma evolutivo. El objetivo de esta reflexión sera resaltar la importancia de la música en todos los aspectos de la vida, especialmente el área donde me desenvuelvo, la educativa. Lógicamente aplicando ejercicios bien estructurados, por expertos con la finalidad incentivar a que el niño/a, desarrolle habilidades a través de la música, que mediante otros medios, no logran expresar.
El misterio de la música, desde el punto de vista evolutivo, representa un gran paradigma para la humanidad. Desde la época del hombre primitivo, la música promueve puntos de encuentro entre grupos sociales, genera un ambiente de camaradería y hermandad, resalta los valores primitivos de diferentes culturas. Nosotros, como educadores tenemos la responsabilidad de utilizarla como herramienta para incentivar a los niños y niñas en diferentes actividades.
ResponderBorrarLa música, funciona tambien como expresión de nuestra identidad, capaz de reflejar diferentes aspectos de nuestra personalidad, tiene un significado emocional vital.
El origen de las habilidades musicales, se basa en dos hechos observados y una suposición, todas las sociedades, con sus diferencias culturales, encuentran un punto en común: Tienen música. Esta comprobado, que los humanos nacen con capacidad musical, es innato.
Existe una infinidad de debates, cuya finalidad erradica en responder a las múltiples interrogantes del origen de este tipo de habilidades, cada investigación capaz de promover soluciones a otro tipo de problemáticas, por ejemplo, nos permite comprender mejor el funcionamiento del cerebro.
Las investigaciones referentes a la neurofisiología de la música, han arrojado resultados extraordinarios, como que, la música no solo estimula la corteza auditiva del cerebro, si no, tambien otras regiones del cerebro dedicados a distintas actividades.
Todo lo previamente planteado, me lleva a una conclusión contundente: El papel de la música, es fundamental para comprender varios enigmas importantes. Preguntas como: ¿Para que sirve la música? o ¿Cual es el origen de la música? esconden en su aparente sencillez, una complejidad digna de estudio.
Utilicemos todos esta herramienta, aprovechemos los puntos positivos, unifiquemos grupos a través de ella, disfrutemos de este regalo del cielo.
La música es un lenguaje, pero un lenguaje especial dirigido esencialmente a comunicar emociones, aunque también sirve para evocarlas y hasta reforzarlas. El estudio neurológico del fenómeno aplicando el método anatomo clínico de correlacionar lesiones cerebrales y sus correspondientes repercusiones en las capacidades musicales no ha tenido los mismos frutos que en el campo del lenguaje.
ResponderBorrarPero además de afectar nuestro cerebro a nivel químico, la música también tiene otras responsabilidades, pues que actúa como un amplificador de emociones. A la vez también produce en nuestro cerebro una reducción en los niveles de ansiedad, disminuye el dolor, ayuda a la recuperación de enfermos, colabora con pacientes de síndromes como Alzheimer, Parkinson, Tourettes y el autismo. A su vez, escuchar música incrementa el optimismo y también nuestras habilidades comunicativas, la creatividad y la felicidad. Adicionalmente se ha comprobado que quienes han tomado clases de música en su infancia luego rinden mejor en los exámenes.
El cerebro humano constituye los órganos más importantes y de mayor complejidad del sistema nervioso, es un órgano que durante la infancia sufre cambios madurativos y que es altamente sensible a los estímulos externos.
La música provoca:•Aumento en la capacidad de la memoria, atención y concentración de los niños. Mejora la habilidad para resolver problemas matemáticos y de razonamiento complejo. Hace que la persona pueda expresarse. Introduce a los niños a los sonidos y significados de las palabras y fortalece el aprendizaje. Brinda la oportunidad para que los niños interactúen entre si y con los adultos. Estimula la creatividad y la imaginación infantil. Al combinarse con el baile, estimula los sentidos, el equilibrio y el desarrollo muscular,. Provoca la evocación de recuerdos e imágenes con lo cual enriquece el intelecto.
En resumen, la música genera placer en tu cerebro y por lo tanto es imposible desprenderse de ella como medio directo a pasarla bien. A escuchar música!
La música, que en principio es sustancia física, influye en muchos aspectos biológicos y de comportamiento del ser humano. Quizá la influencia más llamativa sea la que ejerce en nuestro cerebro, que es plástico y susceptible de adaptación: el estudio y práctica de la música puede modificarlo para conseguir que sus dos hemisferios funcionen con más agilidad e integración, de modo más holístico. No sólo en funciones musicales, sino también en dominios como la memoria o la matemática.
ResponderBorrarLa conexión del cerebro está expuesta a una constante reorganización llamada plasticidad neuronal. Así, neuronas de funciones fisiológicas similares se ordenan en columnas verticales, cada una de aproximadamente 10.000 neuronas recíprocamente conectadas. Estas columnas se interconectan formando una red que puede comprometer a ambos hemisferios. Las neuronas y columnas que con frecuencia se activan al mismo tiempo, fortalecen la fuerza sináptica y facilitan las transmisiones de información entre ellas.
Se desarrolla una estabilización de uniones celulares relacionadas con el estímulo. Este es el principio básico del aprendizaje, que nos permite comprender los eventos del mundo externo por vía de permanente enlace de la actividad nerviosa producida por diferentes estímulos sensitivos que llegan simultáneamente o en una relación temporal cercana.
Es decir, la actividad musical, que integra funciones de alto nivel, tiene efectos profundos y duraderos sobre el modo de organizar el procesamiento general de la información en el ser humano.
La música ha sido uno de los más estimulantes y nobles acompañantes que hemos tenido. Ya sea para reafirmar nuestra existencia, para ambientar momentos épicos que se entretejen con nuestra cotidianidad, para acariciarnos en los momentos más duros del camino, o como eje de movimientos sociales o patrones culturales, lo cierto es que este exquisito producto de la creatividad humana resulta, invariablemente, una compañía casi inmejorable.
A continuación les comparto algunos beneficios, científicamente comprobados, que la música tiene para nosotros:
* Reduce el dolor y diluye la ansiedad.
* Estimula la alegría.
* Favorece la concentración.
Desde hace muchísimo tiempo, quizás no se sepa cuando, desde el propio comienzo de la vida misma, se ha podido disfrutar de una de las creaciones más sanas, más bonitas y más limpias que ha inventado el hombre: la música.
ResponderBorrarLa música es tan importante que logra sus efectos mucho antes del nacimiento, ya que se recomienda estimular el vientre de la madre embarazada con sonidos agradables y de hecho existen obras especiales para esta etapa, como lo es el efecto Mozart.
Es bueno aclarar y borrar ciertas ideas erradas que se han inventado, no se sabe cómo ni quien y lo peor del caso es que otros tal vez inocentemente repiten. Por un lado no se debe creer en esa famosa frase falsa de que existe “música para viejos”, ya que nadie hace música para cierta edad, no hay partituras para las edades, ningún disco dice que sólo debe ser oído por ancianos, ni programas de que indiquen que tal música no debe ser escuchada por menores de edad, etc. Si esto fuese cierto no existiesen las diferentes manifestaciones folclóricas de los distintos pueblos, ya que estas expresiones han pasado de generación en generación. Si bien es cierto que hay canciones de cuna para dormir a los niños, también es cierto que estas son cantadas por personas adultas, produciéndose así una mezcla de generaciones.
Es importante destacar que hoy es día mundial del cerebro
Para terminar dos grandes pensamientos de dos genios de las artes:
”Desconfía de aquel que no guste de la música”, L. V. Beethoven.
“Quien no se conmueva con la dulce armonía de unos sones, listo está para la traición y el mal”.Shakespeare.
La música incide en la estabilidad emocional y la salud física de los seres humanos; esta tiene una estrecha relación con el cerebro ya que a través de investigaciones realizadas se ha podido constatar que las notas musicales repercuten de manera diferente en cada una de las áreas que componen nuestra "computadora cerebral". en otro estudio realizado en una universidad de lòndres se estableció que la música afecta la percepción que tenemos de las cosas, ya que se determino que quien escucha música alegre tiende a ver las situaciones cotidianas de forma positiva, alegre y con entusiasmo; mientras que quienes prefieren escuchar canciones o temas tristes llenan su vida de melancolía y esta la proyectan hacia la imagen que tienen de las demás personas. uno de los beneficios de la música es la producción de dopamina que es un neurotransmisor que reacciona de la misma manera cada vez que realizamos actividades que reconocemos como placenteras, cuando escuchamos alguna canción que nos gusta en ese momento que nos estremecemos se libera esa sustancia química importante para el ser humano en cantidades extras, proporcionadas por la anticipación, las predicciones la satisfacción. la música tiene infinidades de responsabilidades, por otra parte actúa como un amplificador de emociones como también reduce los niveles de ansiedad , disminuye el dolor, ayuda a la recuperacion de enfermos entre los que están los pacientes con alzheimer, parkinson y autismo entre otras
ResponderBorrarLa relación de la música y el cerebro es beneficiosa no solo a niveles profesionales, al escuchar música se activan en nuestro cerebro varia zonas a la ves. la música según varios estudios realizados es capaz de despertar en el ser humano distintas emociones, no significa tampoco que la música crea o forma genios; simplemente es de gran beneficio para el ser humano ya que ayuda a un mejor desarrollo general. el escuchar música provoca una gran variedad de actividades y estímulos cerebrales que a su ves accionan una compleja cantidad de reacciones positivas y beneficiosas en la vida y salud del individuo. por lo tanto se pudiera decir que la música es como un gimnacio para el cerebro.
ResponderBorrarLa música, que en principio es sustancia física, inuye en muchos aspectos biológicos y de comportamiento del ser humano. Quizá la inuencia más llamativa sea la que ejerce en nuestro cerebro, que es plástico y susceptible de adaptación: el estudio y práctica de la música puede modicarlo para conseguir que sus dos hemisferios funcionen con más agilidad e integración, de modo más holístico. No sólo en funciones musicales, sino también en dominios como la memoria o la matemática.
ResponderBorrarPor otro lado, el consumo generalizado de música en nuestra sociedad, mal utilizado, produce daños en la salud, incluso lesiones irreversibles